La Reforma Educacional chilena del año 2006 se creó a partir de la premisa que debía garantizar la calidad integral tanto de la gestión institucional como de los procesos pedagógicos que impactan en los aprendizajes de los estudiantes. Esto significa que los esfuerzos realizados por el Estado deben concretarse paulatinamente en los establecimientos educacionales a lo largo de Chile. Algunos principios como la equidad, la colaboración, la integración social, la inclusión, la interculturalidad, etc, el Estado los define como claves para lograr aprendizajes significativos dentro de las instituciones educativas.La posibilidad de involucrar a todos los actores de la comunidad en este diagnóstico (sostenedor, directivos, padres y apoderados, docentes, alumnos y asistentes de la educación) permitió que de manera transversal se conocieran todas las opiniones y necesidades de toda la comunidad escolar abarcando de esta forma el abanico completo de indispensables para que la institución escolar funcione adecuadamente bajo ciertas condiciones o circunstancias que como comunidad relatan que necesitan de manera inmediata o bien a largo plazo.